Ponte de Lima es, sin duda, uno de los destinos de moda en el norte de Portugal. A poco más de 30 kilómetros de la frontera de Tui y a solo hora y media en coche desde Santiago, la villa que presume de ser la más antigua del país vecino conquista a los visitantes con sus paseos y parques a orillas del río Lima, un rico patrimonio histórico y natural, una variada oferta de planes de ocio y su exquisita gastronomía tradicional. Numerosos restaurantes y alojamientos de todas las tipologías lo convierten en el lugar ideal para una escapada en pareja, con amigos o en familia. Te contamos qué ver y qué hacer en Ponte de Lima para que le saques el máximo partido a tu visita, ya sea de ida y vuelta, de fin de semana o de varios días.
¿Te animas a descubrir con nosotros Ponte de Lima? ¡Allá vamos!
1. Puente romano y medieval, todo un icono
El topónimo lo dice todo: la imagen arquetípica de Ponte de Lima es su puente sobre el río Lima, un puente que se comenzó a construir en tiempos del emperador romano Augusto como parte de la calzada que unía las poblaciones de Braga (Portugal) y Astorga (León) y que fue ampliado en el siglo XIV como respuesta a un cambio en el curso del río. Lo apreciaréis a simple vista, porque los cinco arcos de arquitectura romana se asientan sobre tierra más allá de la iglesia de Santo Antonio da Torre Velha en la zona conocida como Além-da-Ponte.

El puente, además de un concurrido paseo peatonal, es paso obligado de peregrinos pues el Camino Portugués sigue el trazado de la antigua calzada romana. Nos lo recuerdan, Além-da-Ponte, la escultura de un peregrino y el albergue municipal. En el otro extremo del puente quedaron enterrados otros dos arcos bajo el Largo de Camões, donde llama la atención la bonita fuente o Chafariz Nobre de principios del siglo XVII.

2. Río Lima, ¿el legendario río del olvido?
La opción más obvia y sencilla para disfrutar del río Lima es recorrer sus orillas caminando. Podréis hacerlo por los caminos acondicionados por ambas márgenes y en la izquierda, la que está pegada al casco histórico, encontréis además un amplísimo aparcamiento gratuito que se extiende a los dos lados del puente en la zona conocida como arenal.
Os llamará la atención un conjunto escultórico formado por una legión romana en una orilla con su general en la de enfrente. Escenifica la leyenda del Lethes o río del Olvido, vinculado al Lima, y que cuenta que, llegados a este punto, los soldados se negaron a seguir avanzando pensando que perderían la memoria en contacto con las aguas. El general, Décimo Junio Bruto, los animó a cruzar vadeando el río y, desde el otro lado, llamando a cada uno por su nombre. Fue el principio de la conquista romana de Galicia y se trata del mismo capítulo histórico que Xinzo celebra en la Festa do Esquecemento. No en vano, Ponte de Lima y Xinzo de Limia comparten río.


Las personas que buscan qué ver y qué hacer en Ponte de Lima dispuestas a gastar zapatilla están de suerte, al igual que quienes se animen a hacer alguna ruta en bici. Lo único que deben saber es que la llamada ecovía del Lima une Ponte de Lima con Viana do Castelo, Arcos de Valdevez o Ponte da Barca, otra preciosa población a orillas del Lima que queda solo a 16 kilómetros de paseo.
Y más allá de caminar o andar en bici, el río Lima ofrece la opción de darse un chapuzón, tanto en la playa fluvial como en las piscinas municipales. Así mismo, podréis practicar kayak o remontar el río en una de las embarcaciones tradicionales conocidas como água-arriba. Manuel Rocha, mestre Caninhas, ha recuperado este tipo de barcos construyendo uno él mismo y lo dedica a la navegación turística. Las reservas se realizan en Náutica e Lazer do Lima. Otras de sus propuestas son el pádel surf y el alquiler de bicis.
3. La villa más florida de Portugal
Dicen que Ponte de Lima es la “vila máis florida de Portugal”. Entre sus numerosos parques, destaca el parque de Arnado, ubicado Além-da-Ponte, que presenta varios espacios diferenciados (jardín romano, del renacimiento y del barroco; laberinto; y estufa o vivero), y cuenta también con parque infantil y circuito biosaludable, lo que lo convierte en el gran favorito de las familias.

Otro parque que merece la pena visitar es el Jardim dos Simples o de la Orden Tercera, del otro lado del río, y, ya fuera del casco urbano, el Parque da Vila constituye una extensísima zona verde de más de 5 hectáreas con senderos y zonas de juegos. Ojo, familias, que hay circuito pump track.
4. Avenida dos Plátanos
Continuando con las caminatas y las zonas verdes, merece un capítulo aparte la famosísima Avenida dos Plátanos. Ubicada en la margen izquierda del Lima, es un paseo peatonal flanqueado por plátanos centenarios que fueron plantados en 1901 para recibir al príncipe D. Luís Filipe. Como curiosidad, comentaré que fue bautizado precisamente como Avenida de D. Luís Filipe, y aunque se le sustituyó el nombre solo ocho años más tarde por el día en el que se proclamó la república (Avenida 5 de Outubro), lo cierto es que siempre ha sido popularmente conocido como Avenida dos Plátanos y por fin esta denominación se convirtió en oficial en 2016. Vamos, algo muy similar a lo que pasó con la Praza Roxa de Santiago.

La Avenida dos Plátanos es un animado mercadillo en días festivos, cuando se llena de puestos ambulantes de alimentación, artesanía o ropa (y de antigüedades el segundo domingo de mes), y también el lugar ideal para pasear y descansar a la sombra cuando el sol aprieta; un auténtico oasis en Ponte de Lima con bancos mirando al río.
5. Las torres: los restos de la antigua muralla
Os imaginaréis que la “vila máis antiga de Portugal” tiene que tener a la fuerza un interesante casco histórico. Ponte de Lima no solo cumple las expectativas, sino que hay que subrayar también que es muy coqueto, abarcable y que sorprende por lo bien cuidado que está. Recorrerlo con calma es uno de los imprescindibles entre lo que ver y hacer en Ponte de Lima.
Es de justicia, enfrente del río, admirar el frente del Passeio 25 de Abril, con las coloridas casas en tonos blanco y pastel que recuerdan a las de una pintoresca ciudad suiza a orillas de un lago. Sobresalen las torres de Cadeia Velha (es decir, la antigua cárcel, hoy oficina de turismo) y São Paulo, pertenecientes a la muralla que cercaba Ponte de Lima en la Edad Media.


Junto a la torre de Cadeia Velha podréis ver también la única puerta medieval que se conserva y un tramo de la escalera que subía al adarve. Y, por si queréis fijaros, en la torre de São Paulo se marca el nivel que alcanzó el Lima en las “grandes cheias” o inundaciones de los años 1909, 1959 y 1988. ¡Impresiona!
6. Itinerario por iglesias, capillas y edificios nobles
Si os gustan el patrimonio histórico y arquitectónico, entre mis recomendaciones sobre qué ver y qué hacer en Ponte de Lima incluyo, como decía, la de perderos por las calles y plazas de la zona vieja de Ponte de Lima. No os llevará mucho tiempo y os encontraréis con interesantes edificios como la Igreja Matriz, con su imponente torre fortaleza y en la que se mezclan varios estilos; el Paço do Marquês, sede del Centro de Interpretaçao da História Militar; la Casa Torreada dos Barbosa Aranha, que acoge el Centro de Interpretação e Promoção do Vinho Verde; o las capillas de Nossa Senhora da Penha de França y de Pereiras.

Junto al río, hay también varios edificios religiosos a los que merece la pena acercarse. Além-da-Ponte se encuentra, como comentamos, la iglesia de Santo Antonio da Torre Velha, con su fachada recubierta de azulejos y un llamativo campanario. A su lado, encontramos también la capilla del Anjo da Guarda y, cruzando el río, si caminamos hacia la izquierda alcanzaremos la bonita capilla de São João, mientras que si vamos a la derecha, la Avenida dos Plátanos desemboca en la iglesia de Nossa Senhora de Guia.

7. Te preguntas qué más ver y qué más hacer en Ponte de Lima: elige museo
He mencionado ya algunos museos que podéis visitar, pero las opciones sobre qué ver y qué hacer en Ponte de Lima incluyen unos cuantos más. En familia, es imprescindible la visita al Museu do Brinquedo, es decir, el museo del juguete, con varias salas dedicadas a recorrer la historia del juguete en Portugal, recordar a los principales fabricantes y exposición de maquetas. También Além-da-Ponte, a solo unos metros del Museu do Brinquedo, se encuentran la Estaçao do Tempo y el Centro de Interpretaçao do Territorio.

La Estaçao do Tempo es un museo interactivo muy pequeñito y entretenido que se centra en el pasado romano de Ponte de Lima y todo el norte de Portugal. Se enmarca en un interesante proyecto en el que cada uno de los diez municipios de la región se presenta como la puerta de acceso a diferentes aspectos patrimoniales, desde el arte rupestre al arte contemporáneo.
No obstante, si os animáis a hacer algo diferente, el Centro de Interpretação do Territorio, además de contar con una exposición etnográfica permanente y otras temporales, ofrece la posibilidad de elaborar broa o pan de maíz en un horno tradicional y tal y como se viene haciendo desde hace siglos. Los grupos pueden reservar por teléfono y también organizan diversos talleres para familias. Podéis consultar la agenda en la página museuspontedelima.com.

Por último, los amantes del arte deberán cruzar el río y caminar por la Avenida dos Plátanos para llegar al Museu dos Terceiros. Repartido entre el extinto convento de Santo António y el edificio de la Ordem Terceira de São Francisco, en él tendréis la oportunidad de ver pinturas, esculturas, colecciones sacras y litúrgicas e incluso piezas arqueológicas y etnográficas.
8. Rutas temáticas: esculturas, azulejos…
Entre las propuestas de qué ver y qué hacer en Ponte de Lima no podemos olvidarnos de sus fuentes, esculturas o azulejos. Entre las fuentes, como dijimos, sobresale el Chafariz Nobre del Largo de Camões, una de las primeras fuentes públicas de la localidad. Construida en 1603 en lo que hoy es el Largo Dr. António Magalhães, junto a una de las puertas principales de la muralla, fue trasladada a su actual emplazamiento a principios del pasado siglo XX.

Entre las esculturas, además de las que ya mencionamos recordando la leyenda del río Lethes, os sorprenderán sin duda los dos grandes conjuntos de bronce que veréis frente al Lima en el Passeio 25 de Abril y que representan al Folclore y al Campo. Otra escultura que tenéis que buscar es la de las Vaca das Cordas en la plaza de la Igreja Matriz. También de bronce, está vinculada a la tradición limiana de soltar un astado por el pueblo durante las fiestas del Corpus. La tradición, que se remonta al siglo XV, tiene como peculiaridad que el toro corre amarrado por dos cuerdas. La corrida se acompaña de otros muchos festejos y llena Ponte de Lima hasta la bandera. Tanto les gusta que hay otra escultura de la vaca, esta de piedra, Além-da-Ponte.

Aunque, puestos a hablar de historia, quizás la estatua más representativa de Ponte de Lima sea la de dona Teresa. A ella, madre del primer rey portugués, le debe Ponte de Lima el honor de ser considerada la “vila máis antiga de Portugal” pues le concedió el privilegio foral de convertirse en villa en el año 1125. Y ojo, que vamos avisando ya que Ponte de Lima celebrará por todo lo alto los 900 años de esta efeméride en tan solo unos meses.
Otra ruta entretenida a tener en cuenta cuando nos planteamos qué ver y qué hacer en Ponte de Lima es la ruta de los azulejos. ¡Por algo estamos en Portugal! Hallaréis murales repartidos por toda la localidad que representan principalmente escenas históricas y tradicionales, entre las que no faltan la leyenda del Lethes o las ferias. Pero también podréis admirar conjuntos de azulejos de gran valor patrimonial, como los que abren el claustro del antiguo convento de Santo António, datados en el siglo XVI.

Ah! Y, cómo no, hay que hacer una parada en los pelourinhos o picotas a las que se ataba a los malhechores para ser castigados públicamente. Tenéis uno en el Passeio 25 de Abril y otro ante el ayuntamiento o Paços do Concelho.
9. Lagoas de Bertiandos y Quinta de Pentieiros
Al quedar tan cerquita de Galicia, es habitual ver en Ponte de Lima a muchos gallegos que van a pasar el día. Pero para aquellas personas que quieran prolongar su visita durante el fin de semana, un puente o incluso algunos días más, la buena noticia es que el municipio de Ponte de Lima cuenta con puntos muy atractivos fuera del centro urbano. Uno de ellos es el área de paisaje protegido de las Lagoas de Bertiandos e São Pedro d’Arcos. Personalmente, hacía tiempo que tenía ganas de ir y superó las expectativas.
Declarada zona húmeda de importancia internacional, comprende unas 350 hectáreas que pueden recorrerse gracias a una serie de senderos de distintas longitudes hasta completar un total de unos 45 kilómetros. Cuenta, cómo no, con pasarelas de madera, varios puntos de observación de aves y centro de interpretación, con entrada gratuita.

Una visita que hay que hacer con niños a apenas kilómetro y medio de la zona de paisaje protegido es la de la Quinta de Pentieiros, un espacio con vocación pedagógica que pretende acercarse a la tradición agroganadera con animales de granja, construcciones rurales y huerta. Quizás os venga bien saber que la Quinta de Pentieiros está integrada en el cámping y tiene bungalós y piscina.

Si os gusta caminar, apuntad que la Ecovía das Lagoas une Ponte de Lima (desde la margen derecha del Lima junto al puente) con las Lagoas de Bertiandos. Otra opción es dejar el coche en el parking del centro de interpretación, donde empiezan varios senderos.
10. Ponte de Estoraos
Este es otro de los lugares que quería conocer, un paraje natural con una pequeña playa fluvial y área recreativa dominada por un puente medieval que, al igual que el de Ponte de Lima, podría tener su origen en la época romana como parte de la calzada que unía Braga y Astorga. El molino, por cierto, ha sido restaurado y convertido en un apartamento de turismo rural.

A los andarines os recuerdo que la senda del agua (PR5) de las Lagoas pasa por la Quinta de Pentieiros y por el puente de Estoraos. Tiene 12,5 kilómetros.
11. Passadiços de Labruja
No tengo ninguna duda de que los paseos fluviales apoyados en passadiços, es decir, pasarelas de madera, son tendencia en Portugal, y Ponte de Lima se suma a esta moda con un itinerario que sigue el curso del río Labruja. De momento, ya merece la pena recorrer el corto tramo que se ha acondicionado para llegar a los pies de una pequeña cascada, minipuente colgante incluido. ¿No os parece que la bucólica estampa del agua cayendo junto al molino es foto de Instagram?

El proyecto de los Passadiços de Labruja, que busca la dinamización de las parroquias rurales, incluye un área recreativa con merendero y un centro de interpretación que se dedicará al agua.
¡Id tomando nota, porque ya tenemos en el horizonte nuevas cosas que hacer y que ver en Ponte de Lima!
12. Santuário do Nosso Senhor do Socorro
También en la freguesia o parroquia de Labruja podréis encontrar otra imagen típica portuguesa: la de la iglesia barroca con escalinata majestuosa. En este caso, la estampa la ofrece el santuario de Nosso Senhor do Socorro, construido en la segunda mitad del siglo XVIII y en el que llaman la atención el doble campanario y las esculturas que flanquean la monumental escalera.

El recinto del santuario, en el que se pueden ver una cueva artificial con la imagen de Abel, una fuente e incluso dos palcos, acoge el primer fin de semana de julio una popular romería.
Otra razón para acercarse al santuario es disfrutar de la cocina y el vinho verde caseros del Restaurante Senhor do Socorro. La especialidad que no podéis perderos es el bacalhau de cebolada, plato tradicional del Alto Minho que cuenta incluso con su propia feria gastronómica.

13. Otras actividades: parques de aventura y centro ecuestre
Tirolina, tiro con arco, paintball, escalada, pádel surf, gymkanas de orientación… son otras de las muchas actividades que podréis hacer en Ponte de Lima. Para ello, nada más fácil que dirigirse a un parque de aventuras como Timeout, un plan perfecto para familias y grupos de amigos.

A los peques, y a los no tan peques, seguro que también les encantará montar a caballo. Además de bautizos hípicos, el Centro Equestre Vale de Lima ofrece la posibilidad de realizar paseos a caballo por Ponte de Lima y alrededores, disfrutando de sus bonitos parajes naturales.
El Centro Equestre dispone de un restaurante, cuyo nombre es Best of Portugal, en el que degustar la cocina tradicional limiana y que, a través de un amplio ventanal, tiene vistas al picadero cubierto. Vamos, que puedes comer mirando los caballos. ¡El pulpo a la brasa está delicioso! Otra de sus especialidades es el arroz con langostinos (arroz de gambão).

14. Gastronomía: platos típicos y vinho verde
¿Se os hace la boca agua? Pues estáis en el lugar apropiado y, de hecho, son muchísimas las personas que se desplazan a Ponte de Lima solo para darse un homenaje a la mesa. La gastronomía limiana no puede faltar en un compedio de lo que ver y hacer en Ponte de Lima.
El plato por antonomasia y único de su gastronomía es el arroz de sarrabulho. Se trata de una elaboración tradicional que se hacía en las casas limianas para aprovechar el producto de la matanza y saltó a la fama cuando los restaurantes empezaron a incluirla en su carta en los años 30 del pasado siglo.
La base del plato son el arroz, distintas carnes desfibriladas y sangre de cerdo y suele acompañarse con rojões o tacos de carne de cerdo que se presentan también con tripas, hígado, chorizo, etc. Por último, de sobremesa no puede faltar el leite creme, la versión autóctona de la crema catalana. ¡Toda una tentación con su capita de caramelo crujiente!
Prácticamente en cualquier restaurante de Ponte de Lima podréis disfrutar del arroz de sarrabulho y añadiré que cuenta con su propia cofradía que, además de trabajar para promocionarlo, vela para que se respete la receta original en todos los establecimientos. Una sugerencia para degustar este plato es el restaurante Monte da Madalena, desde el que gozan unas magníficas vistas panorámicas sobre Ponte de Lima.

Dicen que el arroz de sarrabulho o lo amas o lo odias. Y lo mismo podría aplicarse para otro de los platos por excelencia de la cocina de Ponte de Lima: la lamprea, en este caso pescada en el río Lima. Ya sabéis que son pocos los lugares en los que se puede degustar este peculiar pez, cuyo origen es anterior a los dinosaurios y que encantaba a los romanos, por lo que origina verdaderas peregrinaciones de fieles. Las elaboraciones más típicas, como en Galicia, son la lamprea a la bordalesa y el arroz de lamprea.
Y, cómo no, Ponte de Lima, en realidad el Alto Minho, tiene su receta de bacalao: el bacalhau encebolado o bacalao encebollado. En la carta no pueden faltar tampoco el cabrito y las carnes a la brasa. Precisamente si lo vuestro es la parrilla, os encantará el restaurante A Tulha.

Otra buena razón para sentarse a la mesa en Ponte de Lima es la broa, el pan de maíz. Es habitual rellenarla de embutido y con esta presentación la vais a encontrar también en las tiendas y puestos ambulantes. En su versión dulce y con sabor a rosca se denomina folar.

Pero no solo de comer vive el hombre. También necesita beber y, entre el Miño y el Duero, es obligatorio hablar de su vinho verde. Solo en Ponte de Lima hay más de cien productores, 17 de ellos con marca en el mercado. Su uva principal, la base del 80 por ciento de sus vinos, es loureiro y elaboran, por supuesto, vino blanco, pero también tinto o vinhao, rosado, espumosos o aguardiente.

Para saberlo todo sobre el vinho verde y vivir una experiencia enológica hay que visitar primero el Centro de interpretaçao e promoçao do vinho verde y después una de las numerosas bodegas que organizan visitas guiadas y que suelen asentarse en preciosas casas señoriales.
Una bodega diferente, porque se trata de una de las tres únicas biodinámicas (ecológicas) de Portugal, es Aphros Wine. Además de ofrecer catas, todos los miércoles a las seis reúnen un coro al que se puede oír cantar gratuitamente y preparan ya la apertura de una terraza en la que se ofrecerán conciertos.
15. Ferias y fiestas: siempre hay algo que hacer
No se puede hablar de qué ver y qué hacer en Ponte de Lima sin destacar su sorprendente vitalidad. Paea empezar, lo notaréis en su comercio, en el que conviven las tendencias más modernas con los productos tradicionales. Pero, además, no hay fin de semana o festivos en los que no se organice alguna actividad o haya feria en Expolima, el pabellón de exposiciones. Eso, a mayores de su popular feria, que se celebra en lunes alternos, y un sinfín de fiestas.

Entre las fiestas que se avecinan podemos citar el Corpus con sus alfombras florales y la Vaca das Cordas, el Festival de Jardins, la Festa do Vinho Verde, la Feira do Cavalo y las Feiras Novas o fiestas grandes, que se celebran en septiembre. Consulta aquí la agenda.
Si podéis, no dudéis en hacer coincidir vuestra próxima visita a Ponte de Lima con el Festival de Jardins, una intervención paisajística efímera a orillas del Lima que se ha ganado merecida fama dentro y fuera de Portugal. La edición 2023 se podrá disfrutar entre el 25 de mayo y el 31 de octubre y en ella se darán cita hasta once proyectos de países de tres continentes diferentes. La temática en esta ocasión gira en torno a los jardines saludables.
¿Buscas alojamiento? ¿Qué te parecen estos?
Ponte de Lima es, ya sabéis, “a vila máis antiga de Portugal”, “a máis florida”, “terra rica da humanidade”… ¡y también “berce do turismo de habitação”!. Esto significa que en Ponte de Lima nació (y tiene su sede) el turismo rural portugués especializado en compartir las raíces y tradiciones de casas familiares con siglos de historia. Estas casas (residencias señoriales, pazos y quintas) se agrupan bajo la marca Solares de Portugal y en Ponte de Lima son numerosas.
Un buen ejemplo es la Quinta do Convento Val Pereiras, que hunde su secular historia en el paso de Francisco de Asís camino de Compostela allá por el siglo XII. De la época conventual conserva únicamente la capilla y el portón de entrada, pero en el solar se edificó una espectacular casa de campo en la que los huéspedes, que pueden elegir entre dos edificaciones distintas, disfrutan hoy de todas las comodidades. La piscina, los viñedos (pronto se ofrecerán experiencias enológicas) y el amistoso burro Maui son algunos de sus encantos.




Otro alojamiento muy recomendable y que a mí me encantó para familias es Cerquido Village. Dispone de bungalós y casitas y cuenta con una pequeña piscina exterior y un recoleto spa que se disfruta de forma particular por unidad de alojamiento y sin tener que hacer reserva previa. El entorno natural es único y en verano organizan rutas a caballo por la zona. ¿A que suena bien?




Ahora que ya sabes qué ver y qué hacer en Ponte de Lima, ¿nos cuentas cuál sería tu plan ideal? Y, si ya conoces la «vila máis antiga de Portugal», quizás quieras hacernos alguna recomendación. Será muy bienvenida.